domingo, 16 de mayo de 2021

Leyenda Negra

Estoy terminando de leer Imperiofobia y leyenda negra, el magnífico libro de María Elvira Roca Barea, que destapa el impresionante cúmulo de propaganda que sustenta el mito de la Leyenda Negra. Propaganda falsa en su conjunto, aunque urdida, como suele ser habitual, tejiendo algunos hilos de verdad con muchos otros de fabulación, buscando un desenfoque de los hechos que justifique intereses inconfesables o secreta envidia.
La autora analiza, entre otros, los clásicos temas de la Inquisición y América, tan de moda actualmente, y rebate las patrañas habituales apoyada en la abundante documentación de que disponemos, gracias a que el gobierno del Imperio se llevó a cabo por escrito. No obstante, es rasgo común de la imperiofobia que los propios damnificados admitan sus respectivas leyendas negras con resignación e indolencia, e incluso sean ellos mismos los que se encarguen de su adorno y difusión.
No me cabe ninguna duda de que en el mundillo académico también habitan las leyendas negras. Hace poco, me comentaba mi colega y amiga Katia que los apóstoles del flipped learning suelen argüir que su método da mucho más trabajo que los métodos convencionales, además de ser evidentemente la herramienta más próxima a la ciencia infusa que ha parido la neopedagogía. Con este pretexto no sólo se adornan, sino que preparan la fácil descalificación del discrepante tildándolo de vago.
Hasta dónde yo conozco, los profesores "flipped" ofrecen sus vídeos para que sean vistos antes del horario lectivo, y durante el mismo no dan clase, sino que resuelven dudas o mandan ejercicios. No veo que haya más trabajo. Sin embargo, ya sabemos que las ideas no se propagan en virtud de su verdad sino en virtud de su fuerza. Y esa fuerza depende de lo que los receptores estén dispuestos a creer en cada momento.
Lo que está claro, es que cada profesor acarrea su propia leyenda, negra en muchos casos y gloriosa algunas veces, pero casi siempre muy alejada de la realidad y construida en base a mentiras ingeniosas, secreta envidia e intereses inconfesables. ¡Así es la vida!

Imperiofobia
Recomiendo vivamente la lectura de este magnífico libro.


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