Alberto es músico y profesor de secundaria y, además, es joven y muy divertido. Su libro aboga por una enseñanza basada en el conocimiento y, esto que podría parecer una evidencia, se ha convertido hoy en día en una idea totalmente disruptiva. Hoy se educa en valores, se motiva, se promociona la creatividad y el afán de emprendimiento, se rinde culto a las “nuevas tecnologías”... pero se enseña poquito, ¡poquito!... no sea que alguien vaya a quejarse.
Leyendo el libro del profesor Royo me viene a la cabeza la fábula de Hans Christian Andersen conocida como El rey desnudo. Ante tanto gurú de la educación proponiendo chorradas, este libro nos grita como el niño de la fábula: “¡Pero si el rey va desnudo!”.
Mi enhorabuena Alberto por el libro y por tu valentía al publicarlo y que sepas que en la universidad te leemos.
Parece mentira que haya que recordar que a la escuela se va a aprender, a adquirir conocimientos... Hoy se nos va el tiempo en actuaciones educativas de éxito, educación en un montón de valores, sensibilizaciones variadas y algo de educación vial...
ResponderEliminarBuenas tardes, Rafael. Gracias por la amabilidad y por la reseña. He llegado a este sitio a través de tu comentario en mi blog. Espero visitarlo más veces. Un saludo.
ResponderEliminar¡Jaja! Qué alegría saber de ti. He empezado con esto del blog por un impulso mitad ético y mitad terapéutico. Ojalá consigamos entre todos devolver la salud a nuestra educación.
EliminarNo tiene buena cara el paciente, pero vamos a ver si encontramos alguna manera de recuperarlo... Un saludo.
EliminarNo creo que sea cuestión de sólo adquirir conocimientos de una forma determinada, seríamos como robots, sino de que nos permitamos abrirnos a otras formas de enseñar y adquirir esos conocimientos, pero eso implica salir de lo que estamos habituados y suele producir miedo,inseguridad, emociones (no conocimientos) en las que nos educaron a los que ya tenemos cierta edad y a la larga eso no es sano. Es bueno evolucionar, abrirnos a otras formas de enseñar y transmitir esos conocimientos, dar herramientas diferentes a las que nos dieron a nosotros para que los niños y niñas del futuro puedan sentirse libres para pensar y decidir por ellos mismos, transmitirles las ganas de aprender, de saber, no el miedo al suspenso. Porque a la larga, aprendemos que una persona no vale más que otra por el nivel de conocimientos adquiridos, una persona vale por sí misma y eso sí es importante transmitirlo desde la infancia, pero claro, eso no es una materia, con lo cual, pues no lo enseñamos. Y espero que mi comentario no sea eliminado.
ResponderEliminarCon permiso de nuestro anfitrión, Elena, adquirir conocimientos no te convierte en un robot sino todo lo contrario. Es el conocimiento el que te permite pensar, ser crítico,crear... Antes se enseñaba de forma autoritaria. Ese nunca puede ser un buen método. Pero ese tipo de educación ya no existe. Claro que hay distintas maneras de enseñar. Tantas como profesores. Lo importante no es que sean tradicionales o innovadores, sino que sean eficaces. La libertad para pensar de la que usted habla es imposible para un ignorante. Y desde luego que nadie vale más que nadie por saber más, faltaría más, solo una mala persona pensaría así. Pero de lo que se trata es de aspirar a que todos alumnos puedan aprender lo máximo que su capacidad les permita. Defender el conocimiento no es clasista ni perverso si se hace desde el convencimiento de que precisamente el conocimiento es el que puede compensar las desigualdades y permitir a alguien llegar tan lejos como su esfuerzo se lo permita. Desde la infancia hay que transmitir muchas cosas, Elena. Como dice, que cada persona vale por sí misma, por ejemplo. También que aprender es importante, que hay que trata de hacer las cosas bien. Muchas cosas, pero no todas pueden enseñarse en la escuela. Por eso tan importante que los padres inculquemos valores en nuestros hijos. Y hábitos, que se reforzarán durante la escolarización. Un saludo.
EliminarPor supuesto que tenéis mi permiso para debatir. ¡De eso se trata! Y no tengo intención de borrar ningún comentario.
EliminarEn mi opinión son los conocimientos los que nos hacen libres. Evidentemente habrá que transmitirlos de una manera adecuada, sin atracones, utilizando todos los medios al alcance... Además creo que la transmisión de conocimientos es el mejor vehículo para la transmisión de valores.
Cierto. Se olvida demasiado a menudo que el conocimiento es un valor en sí mismo.
EliminarEstoy de acuerdo con su respuesta. No era una crítica a su libro, puesto que no lo he leído, e igual que al leer el título del libro, me produjo cierto rechazo, tras su explicación, me ha despertado cierta curiosidad y las ganas de leerlo y eso para mí es importante porque nos permite cuestionar nuestras creencias. Muchas gracias y probablemente, lo lea.
ResponderEliminarMucha suerte con su libro, de verdad.
Muy amable. Aunque fuera una crítica al libro, me parecería muy bien. Si lo lee, no deja de compartir su opinión. La clave de lo que defiendo se encuentra en el subtítulo: "Por una enseñanza basada en el conocimiento".
EliminarUn saludo.
¡Ah! Ya me he dado cuenta de por qué dice Elena que espera que no se borre su comentario... Había uno marcado como eliminado pero lo ha borrado la propia autora no yo. Supongo que Maria se ha dejado llevar por la timidez...
ResponderEliminarComo veis, todavía estoy aprendiendo a manejar esto.
Como tantas cosas, cuestión de insistir, Rafael :)
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMuchas gracias, María.
EliminarUn saludo.
Agradezco que haya voces en la Universidad que reconozcan la labor que Alberto hace por todos los que luchamos desde las enseñanzas medias por conseguir lo obvio: La enseñanza basada en el conocimiento.
EliminarDigo esto, porque desgraciadamente los aires que llegan del mundo Universitario a los medios no son precisamente los que defiende Alberto en su libro sino los que ataca. Normalmente vienen estos artículos disfrazados por titulares de grandes "profesionales del mundo educativo" que duelen tener detrás alguna Universidad privada y supuestos "estudios" realizados por "grandes pedagogos internacionales y nacionales"
Por eso decía que es de agradecer que los verdaderos profesionales universitarios opinen del tema.
Saludos
Bienvenido, Juan. Y gracias por tu comentario. No te fíes de los aires que llegan de la universidad ya que muchas veces lo que se difunde es interesado. Por ese motivo he iniciado este blog: para dar alguna visibilidad a una manera de entender la educación basada en el conocimiento, en el esfuerzo y en el mérito. Los aires de los que hablas no son mayoritarios pero sí vienen alentados por los que manejan los hilos. Somos muchos los que empezamos a estar hartos de que se nos presione para aprobar, hartos de que no se pueda exigir un mínimo de trabajo al alumno, hartos de la dictadura de las encuestas, las autoevaluaciones, las comisiones de calidad, los grupos de innovación y demás zarandajas sin más objetivo que hacer que siga rodando la bola aunque no se sepa a dónde va.
EliminarMe alegro de saludarte por aquí, Juan. Rafael, esto que dices me anima mucho. Siempre intento pensar que la neopedagogía es más hegemónica que mayoritaria. Ojalá sea así. Pero es trascendental que cada vez más profesores se posicionen y hablen.
EliminarAlberto, en algún comentario reciente te declarabas pesimista pero estoy convencido de que no debes estarlo. Cansado sí porque la tarea es grande e ingrata. Pero el servicio a la sociedad es impagable. Evidentemente no estás solo y ya verás como cada vez más voces se van alzando. ¡¡¡Tenemos la naturaleza humana de nuestra parte!!! Como digo en otra entrada, la conexión cerebral de matrix no existe... ¡Gracias!
EliminarA ti, Rafael. Una cosa tengo clara: necesitamos entusiasmo, pese a todo. Y este es contagioso.
EliminarAfortunadamente cada vez se oyen más voces discrepantes. Al menos, tenemos estos espacios de encuentro donde podemos compartir nuestras inquietudes y zozobras "educativas". Gracias Rafael por animarte a crear este blog y así darnos la oportunidad de respirar oxígeno, que los vapores de la pedagogía y demás, nos nublan por momentos la conciencia.
ResponderEliminar¡¡Gracias a ti, Anais!! Tenemos que convertir el desánimo en clamor por una auténtica educación... igual que la energía potencial se transforma en energía cinética, hemos de transformar el pesimismo en movimiento suave, sereno, respetuoso pero eficaz.
EliminarMe gusta mucho el planteamiento que haces en las últimas líneas. Creo que junto con el de mostrarnos firmes en nuestra convicción, de que primero está el conocimiento y luego lo demás, podremos lograr que nuestros alumnos aprendan
EliminarBuenos días. Pienso desde mi humilde opinión de amante de la economía y el comercio, que al igual que en estos ámbitos sociales, en la educación puede que sea tema de equilibrios,...
ResponderEliminarAh! ahora que lo pienso mejor, yo lo extrapolaría a casi todas las facetas de nuestras vidas, verdad?
Equlibrios y más equlibrios, entre lo profesional y lo personal, lo racional y lo emocional,...
Estoy de acuerdo con bastante de lo que se comenta por aquí y también con incluir "competencias o habilidades sociales" junto al conocimiento, que es totalmente necesario y básico.
Como alguna persona de la "tertulia on line"(que estamos manteniendo aprovechando el flamante blog de Rafael), ha comentado: ...Utilicemos distintas formas de interactuar en las comunidades educativas, o mezclas de varias, para educar mejor si cabe, sin perder el norte que es lógico y normal de que el saber siempre es importante, quizás el cómo lo adquirimos también lo sea,....
Saludos colectivos, y felicidades/gracias por debatir sobre estos temas tan importantes para todo el mundo!
Ángel, no hay mejor manera de favorecer las habilidades sociales que el conocimiento. No lo digo yo. Lo dicen los estudios. La alta literatura, por ejemplo, desarrolla la empatía. Es cuestión de equilibrio, claro, entre lo racional y lo emocional. Pero es que una cosa no quita la otra. El conocimiento ya incluye la emoción. El error es confundir la emoción con lo emotivo, la sensibilidad con la cursilería... o pretender descontextualizar las emociones. Un saludo.
EliminarHola Ángel. Bienvenido. Hoy en día los planes de los estudios universitarios (no sé si también los demás) establecen la consecución de una serie de competencias para la obtención del título. Hemos pasado de los conocimientos a las capacidades para hacer cosas.
ResponderEliminarDesde mi punto de vista, este enfoque resulta tremendamente difícil de evaluar ya que hay que ser capaz de juzgar la subjetividad de la persona...
Las habilidades sociales pertenecen a ese conjunto de aptitudes en las que lo subjetivo es primordial. Hay gente bien preparada pero "paralítica" social y viceversa...
El tiempo dedicado a educar es limitado (como el tiempo dedicado a todo). Pienso que hemos de ser muy cuidadosos a la hora de confeccionar los planes de estudios. ¿Qué conjunto de materias garantizan una mejor formación? ¿Qué conocimientos nos ayudan a adquirir esas competencias que no están en el currículo pero que son necesarias?
Por ejemplo, veo con asombro la introducción de la robótica en los estudios de secundaria o me quedo pasmado con la cantidad de horas perdidas en educación vial en primaria. La educación vial es importantísima pero quizá sería mejor "invertir" tiempo en mejorar la formación humanística de los chicos: si saben qué es el ser humano puede que aprendan a respetar a los demás... cuando están al volante, cuando son peatones y siempre!!!