Algunos perciben el conocimiento de la verdad como una amenaza, aunque les recordaré, citando de memoria a san Lucas, que "nada hay oculto que no haya de saberse ni nada escondido que no se publique desde los terrados." Podrán borrar mis palabras, pero no acallarán sus conciencias, que les gritan día y noche.
Si bien el acosado he sido yo, pues se ha atentado contra mi libertad de expresión cobardemente, desde el anonimato y sin justificación, el objetivo es que pase desapercibida la pésima gestión de lo público, de la Universidad de Alcalá en este caso, a mayor beneficio de unos cuantos. ¡Nada nuevo bajo el sol!