lunes, 8 de junio de 2020

Ecos del confinamiento

Tres meses llevamos entre confinamientos y “desescaladas” camino de la “nueva normalidad”. Obsérvese la importancia que le conceden nuestros políticos a usar palabrejas raras. ¿Por qué será? Miedo me da la normalidad “nueva”. Prefiero la normalidad de siempre. ¿Será que soy un reaccionario?
En este tiempo han pasado muchas cosas que me han llamado la atención. Aunque no sea la más importante, quería referirme ahora a la carta de Luis Ramón Núñez Rivas, Director de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Navales de la Universidad Politécnica de Madrid, fechada el 3 de abril pasado y que reproduzco a continuación.


Entiendo que la misiva iba dirigida a los miembros de la Escuela y que su difusión pública solamente de debió a intereses más bien ideológicos. Lo cierto es que durante unos días se armó un buen revuelo. Véase la información de EL ESPAÑOL, OKDIARIO, LA RAZÓN o EuropaPress.
No entraré en debates feministas ya que no veo por ningún sitio la ofensa en ese sentido. Por eso digo que parte del alboroto proviene de intereses ideológicos que nada tienen que ver con lo escrito.
Tampoco me parece relevante que Luis Ramón Núñez Rivas calificara al Ministro de Universidades, Manuel Castells, de pseudoministro. No en vano, tradicionalmente las universidades han estado incluidas en la cartera de educación o bien dentro de ciencia y tecnología. El hecho de que este gobierno cuente con una cartera específica de universidades se debe más a la necesidad de incluir en el gabinete a muchos ministros que a la relevancia de su gestión. La realidad es que las competencias están transferidas a las comunidades autónomas y el Estado tan sólo cuenta con una universidad, la UNED, que no parece muy contenta con los “ninguneos” del ministro.
Lo que sí me parece importante y encomiable es la defensa que hace el Director de la Escuela de Navales de la UPM de lo que debe ser una escuela seria y de calidad (de la de verdad, no de la que se lleva ahora basada en la burocracia): la enseñanza debe terminar de manera presencial y los exámenes han de ser presenciales “y si para ello es necesario prorrogar [el curso] hasta el 31 de diciembre, que se haga”.
Estoy de acuerdo con el planteamiento del Dr. Núñez Rivas: seriedad, calidad, rigor… presencialidad y si no se puede terminar ahora ya se terminará.
Lamentablemente, la riada nos ha llevado por delante en sentido contrario. Se nos ha obligado, sin estar preparados, a usar medios “online” para dar clase y para examinar. Y, para mayor escarnio, alabando nuestro esfuerzo con palabras tan grandilocuentes como falsas. Muchos de nuestros mandamases han visto el cielo abierto con esto de las clases “online”. Apoyados en esa nueva normalidad de la que hablan, lo que desean es gestionar estudios sin presencialidad. Salen más baratos, no requieren espacio físico, los medios pueden estar grabados y, total, si enseñar y que la gente aprenda ya da lo mismo. Lo único importante es regalar títulos y cobrar.
Las noticias sobre educación en época de confinamiento no pueden ser más desalentadoras: se podrá hacer la EBAU con suspensos o se presiona a los docentes para que aprueben a los alumnos son dos ejemplos de que han llegado las rebajas a la educación. Y no sólo es un mal patrio sino que de Italia llegaban noticias similares.
Decía una muchacha: “Siento que estoy siendo evaluada constantemente pero no estoy aprendiendo nada”. Paradigma de lo que es hoy nuestra educación: procedimiento sin alma.
Todo esto me parece muestra evidente de decadencia. La sociedad no valora el conocimiento por mucho que hable de ciencia y de I+D+i… y nuestros políticos menos.



1 comentario:

  1. Al hilo de la noticia de que "se podrá hacer la EBAU con suspensos" añado aquí esta otra en la que un profesor denuncia que "me siento presionado para, de forma encubierta, aprobar a todos los alumnos de Bachillerato" (https://www.elmundo.es/espana/2020/06/08/5ede8f6bfdddff3b408b4643.html).

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