domingo, 4 de junio de 2017

Sobre la exigencia en la enseñanza

Acabo de leer la última entrada en el blog de Alberto Royo y no he podido reprimir la idea de copiar y pegar un párrafo completo. Ahí va:

"Quienes nos dedicamos a la enseñanza sabemos bien que la exigencia es esencial. Todos, profesores y no profesores, deberíamos saberlo. Pero no se trata de una exigencia caprichosa sino procedente de la experiencia y del convencimiento de que solo con una actitud adecuada, con interés y perseverancia, uno puede progresar en el aprendizaje. Es momento de decir las cosas claras, de olvidarnos de eufemismos y frases políticamente correctas y de oponernos a quienes pretenden comerciar con el futuro de nuestros alumnos y nuestros hijos, vendiendo pócimas mágicas y soluciones milagrosas. Y de replicar a quienes se arrogan la exclusiva de conceptos que son inherentes al conocimiento, como belleza o emoción (la emoción está en el conocimiento y es a través de este como aprendemos a apreciar la belleza). Se puede encontrar deleite en el aprendizaje, pero no todo aprendizaje puede ser divertido ni del gusto de los estudiantes. Precisamente lo que un buen profesor ha de hacer es abrir los ojos de sus alumnos a un mundo desconocido."

El enlace a la entrada de Alberto está aquí.

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El comentario de arriba no ha sido borrado intencionalmente. Su eliminación se ha producido como consecuencia de la conspiración de dos socios que unidos resultan insalvables, a saber, mi estupidez y la mala suerte. ¡No se pueden hacer varias cosas a la vez sin atender a cada una como se merece!
      Afortunadamente, el sistema, que debe ser buen conocedor de las limitaciones humanas, emite numerosos "reportes" que contienen copias de lo que aquí ocurre. Así que, copio a continuación el mensaje original de Alberto:

      "Muchas gracias por compartir el texto, amigo Rafael. Un abrazo."

      Eliminar
  2. Gracias a ti, Alberto. Y mucho ánimo y fuerza con la gran labor que haces en los medios. ¡No sé cómo llegas a tanto!

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.